Hay que ser ciego o demasiado desconocedor del entorno internacional como para no comprender que el mundo se aboca ahora mismo a cambios geoestratégicos esenciales y que, ciertamente, no apuntan precisamente en un sentido negativo
Hay que ser ciego o demasiado desconocedor del entorno internacional como para no comprender que el mundo se aboca ahora mismo a cambios geoestratégicos esenciales y que, ciertamente, no apuntan precisamente en un sentido negativo
Más de una vez los analistas han advertido sobre la actividad irracionalmente subversiva y peligrosa de la crápula hegemonista norteamericana, empeñada en revalidar la prepotencia de Washington en la arena internacional, y de sus métodos violentos para imponerla
Es posible que la ceguera prepotente inmovilice las neuronas de ciertos personeros occidentales, pero lo cierto es que aún en curso la aventura hegemonista de factura gringa en Ucrania, los atisbos de un cambio mundial trascendente se hacen más notorios
Es imposible negar que el mundo viene cambiando, y que nuevas oportunidades positivas se presentan para las regiones tradicionalmente expoliadas por los centros hegemonistas de poder
El gobierno que encabeza el líder progresista Andrés Manuel López Obrador en México, dio a conocer en días pasados la nacionalización de sus yacimientos de litio
Uno de los propósitos del gobierno de Brasil, otra vez bajo el liderazgo de Luís Ignacio Lula da Silva, es re posicionar al gigante sudamericano en el fiel de las batallas internacionales de esta época
Es de esperar que los dirigentes políticos latinoamericanos, buena parte de ellos hoy afiliados a las tendencias progresistas, estén valorando con exactitud la hora histórica que se viene gestando a escala global en nuestros días
Y con el peso de los riesgos por la blandenguería ante Washington, ha realizado por estos días una apurada visita al Sur de nuestro Hemisferio el canciller alemán, Olaf Scholtz
Apegados al sentido pragmático, utilitario y prepotente de que los sectores norteamericanos de poder suelen pavonearse, así resultan sus evaluaciones en torno a vecinos y demás ajenos
Sin dudas el violento asalto de grupos ultraderechistas brasileños a las principales instituciones estatales del país hace varios días, ha puesto en evidencia una vez más la abierta perversión política con la que estamos lidiando en pleno siglo XXI
Es ya un criterio bastante extendido entre analistas y políticos, que con la provocada guerra en Ucrania y su torpeza hegemonista, Washington ha acelerado el fin de su ya raído dominio global
Con el inicio de este 2023 América Latina asume un cambio importante en una de las naciones claves del Hemisferio
Este domingo 30, Brasil vuelve a las urnas para decidir su futuro político inmediato. No será, al parecer, una contienda fácil
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, acaban de confirmar las predicciones que las olas de calor serán tan extremas en algunas regiones del mundo
Como habían previsto no pocos analistas y encuestadores, el líder izquierdista Luís Ignacio Lula da Silva logró imponerse al presidente derechista Jair Bolsonaro en la primera ronda de la contienda electoral por la jefatura del Estado en Brasil
El reciente intercambio oficial de embajadores entre Caracas y Bogotá, y las declaraciones mutuas relativas a la hermandad histórica entre venezolanos y colombianos, parecen iniciar el total despeje de la tirantez creada por Washington entre ambas naciones vecinas a través de los gobiernos oligárquicos que hasta hace poco ocuparon la Casa de Nariño
En medio de una dependencia de la política externa norteamericana de corte realmente desafortunado, la Unión Europea, parece interesada en volver la vista a América Latina y el Caribe donde, al decir de entendidos, ha perdido sustancial terreno en los últimos tiempos.
El próximo 2 de octubre cerca de 156 millones y medio de brasileños tendrán la posibilidad real de darle un vuelco al país, en el instante de depositar su voto en las urnas para elegir al nuevo presidente del gigante sudamericano.
Mostrando su autoridad desde la propia ceremonia de investidura, donde reclamó la espada de Bolívar en la tribuna, retenida por la administración saliente, Gustavo Petro ha empezado a poner sobre la mesa desde muy temprano el cambio que ha forjado para Colombia
Con la juramentación este 7 de agosto, ante miles de ciudadanos, de Gustavo Petro como nuevo presidente de Colombia, abre esa nación una nueva etapa política nacional luego de dos siglos de poder oligárquico