14 octubre, 2016
Obama fuera de la zona de strike
En general, el enfoque de Obama es constructivo y hasta positivo, pero, aunque marcha en la dirección adecuada, aún los pasos son insuficientes.
Cuenta la historia de la humanidad con numerosos ejemplos de civilizaciones víctimas del cerco de poderosas supremacías. Hoy y en pleno siglo XXI existe una nación, Cuba, que por más de 50 años enfrenta el bloqueo de la hegemonía más poderosa de todos los tiempos.
El planeta vive hoy otro recalentamiento que no se deriva de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Se trata del serio peligro de confrontación de elevadísimo costo que empieza a proyectarse entre Rusia y Estados Unidos.
Aunque parezca mentira, el cerrado cerco tendido por Estados Unidos contra Cuba tiene, entre otros objetivos, impedir el acceso de los cubanos a la alimentación.
Luego de actuar como un elefante en la cristalería, el candidato presidencial republicano, Donald Trump, afronta una situación difícil. El motivo, un video que refleja brutales declaraciones suyas sobre mujeres de Estados Unidos.
La incertidumbre es hoy una amenazante sombra que ronda sobre el futuro de las negociaciones de paz de Colombia, luego del inesperado triunfo del NO en el plebiscito del domingo anterior.
El pueblo cubano no puede evitar que le invada el dolor cada octubre. En la memoria vive aquel acto terrorista en las costas de Barbados, que enlutó a las familias de 73 personas inocentes, en su mayoría jóvenes deportistas, sacrificados en la flor de su vida
“Nadie quedará desprotegido”, ha repetido el presidente cubano Raúl Castro una y mil veces. Y aunque la frase original está dada en referencia a la actualización del modelo cubano, sirve también para una contingencia como el azote del poderoso Matthew.
Washington restablece sus nexos diplomáticos con Cuba mientras sostiene su cerco y sus planes subversivos contra esta.
Uno de los creadores del proyecto de ley anti-inmigrantes cubanos, el congresista republicano Carlos Curbelo, declaró a la prensa: “Es un número altísimo de co-autores y no tengo dudas de que lo suscribirá una mayoría bipartidista”.
Aquí, donde hay un millón de graduados universitarios y la enseñanza es reconocida internacionalmente, resulta cuando menos sospechoso que se ofrezcan becas en Estados Unidos a jóvenes cubanos de entre 16 y 18 años.
Hoy no se enfrentan en el planeta dos bloques militares, pero este sigue dividido entre hegemonistas y víctimas de las apetencias absolutistas, y por tanto la lucha reivindicativa mundial no ha cesado ni mucho menos.
Son añoradas por muchos las estaciones en las que asistían a la pelota por placer; transformada actualmente en una caldera de tristes pasiones, polémicas y decepciones, en su sentido más puro y con la carga de pesimismo que ello supone.
Algunos llegan a preguntarse si un ataque como el lanzado por Trump contra Cuba hiere o beneficia. Varios ejemplos –entre decenas- ayudan a contestar la interrogante.
Ni siquiera John F. Kennedy calculó el alcance, duración y perfidia de la Proclama presidencial 3447 firmada en el tres de febrero de 1962 para instaurar el bloqueo.
Los llamados Principios de Bandung, que hoy siguen rigiendo el accionar de los No Alineados, son un decálogo para alcanzar un mundo sin guerras.
Las grandes movilizaciones populares en Venezuela bajo el lema de un país en paz, han frenado las intentonas derechistas de sembrar el caos.
Las discusiones en Cuba sobre la Conceptualización del modelo cubano de desarrollo y el Plan de desarrollo hasta 2030 lograron traspasar las fronteras de la reunión partidista al convertirse en textos enriquecidos con las propuestas de representantes de todos los sectores de la sociedad.