A pesar del tiempo transcurrido desde que nació ese hombre, grande entre los grandes, a quien los cubanos queremos como un retoño nacido del seno de la patria, lo cierto es que Máximo Gómez Báez es un hijo compartido, pues la tierra quisqueyana también tiene el derecho de llamarle así.

Allí vio la luz primera, pero en Cuba luchó con toda su fuerza para verla libre del yugo español. Los estudiosos de la vida del Generalísimo Gómez, no se ponen de acuerdo sobre el año de su nacimiento en el poblado de Baní, pero se toma como referencia el 18 de noviembre de 1836.

Cuando se cumplen 181 de esa fecha, dominicanos y cubanos nos unimos en un abrazo, para honrar a quien vivió en Cuba, fundó en ella una familia y murió por la libertad de esta tierra.

El amor a la patria, un culto constante

El nombre del luchador dominicano-cubano Máximo Gómez Báez está inscripto con caracteres indelebles en la historia de Cuba, junto a los de Antonio Maceo, Ignacio Agramonte, Carlos Manuel de Céspedes, José Martí y otros hijos gloriosos de Cuba.

Todos ellos soñaron despiertos con ver a la bella isla libre del yugo español y para eso le ofrendaron el más preciado de sus tesoros: su sangre generosa. El joven banilejo Máximo Gómez llegó a Cuba en el 1864, acompañado por su madre y hermanas y cuando estalló la Guerra de los Diez años, se unió a la causa para liberar a la mayor de las Antillas.

El patriota santiaguero Enrique Collazo dijo de Máximo Gómez que el ”hizo de su amor por Cuba un culto constante, a la que fue siempre fiel, sacrificando por ella reposo, hacienda y familia”.
Uno de nuestros más grandes jefes

En el año 1893, José Martí y el Generalísimo Máximo Gómez Báez se hermanaron en la lucha libertaria y juntos salieron desde Cabo Haitiano, hasta que lograron llegar por Playitas de Cajobabo, a la zona oriental de Cuba.

Sobre ese hombre de talla universal sentenció el Apóstol:”Allá en Santo Domingo, donde está Gómez, está lo sano del país (…) A paso vivo no le gana ningún joven, ni a cortés; y en lo sentencioso, se le igualan pocos”.

También el Comandante en Jefe, Fidel Castro, expresó su opinión sobre ese guerrero inigualable, a quien se le considera un hombre bravo como pocos, cuando dijo: “el General Máximo Gómez fue uno de los más grandes y más capacitados jefes de nuestra lucha por la independencia”.