La Habana, Cuba. – Muchos han sido los acontecimientos que conllevaron a un escenario tenso y complejo de la generación eléctrica en el transcurso de este año; lo hemos sufrido en carne propia con las molestas y continuas afectaciones al servicio.

El recrudecimiento del bloqueo estadounidense y la persecución de buques transportadores de combustible acentuaron la situación; pero en medio de un difícil contexto económico, Cuba realizó un gigantesco esfuerzo financiero para destinar recursos a la recuperación de la disponibilidad técnica.

En este calendario que casi concluye, el país ha erogado más de mil 700 millones de dólares para comprar combustibles, 9 veces más que en 2018.

Como resultado de la ejecución de los mantenimientos en la generación térmica y la recuperación de capacidades en la distribuida, han disminuido las horas de afectación promedio por usuario.

Con mira al futuro

Para el próximo año se planifican otras medidas que contribuyan a la recuperación total y al sostenimiento del sistema eléctrico nacional, en ese sentido se continuará trabajando en la unidad 6 del Mariel, que puede aportar 100 megawatts.

Será también necesario ejecutar al menos dos mantenimientos capitales por año en las termoeléctricas hasta el 2024, así como tres mantenimientos capitales por año a partir de 2025. 

Otra prioridad para el venidero año es incentivar el empleo de fuentes renovables de energía en todas las entidades de la economía, incluyendo las formas de gestión no estatal.  

Paralelo a esas acciones, es indispensable fortificar las medidas que permitan reducir la demanda y el consumo de electricidad en todos los sectores para que prevalezca en cada esfera de la vida cotidiana el ahorro de energía.