Hoy les comento un libro que por casualidad cayó en mis manos, “Momentos estelares de la humanidad” del escritor austríaco Stefan Zweig
Hoy les comento un libro que por casualidad cayó en mis manos, “Momentos estelares de la humanidad” del escritor austríaco Stefan Zweig
Pobre y en honda depresión, Gustavo Adolfo Bécquer murió en Madrid: tenía tuberculosis, 34 años, y era el 22 de diciembre de 1870
Nacido en tierras de Lagos de Moreno, en Jalisco, fue Ciudad de México la que dio el adiós a Carlos González Peña, el 1ro de agosto de 1955
Cien jinetes escoltaron los restos de María Magdalena Cabrales Fernández, tanto en el Ayuntamiento de San Luis como en el Gobierno Provincial de Santiago de Cuba; en toda la ciudad, la bandera estuvo a media asta y varias casas guardaron luto
Víctima de anemia perniciosa causada por el rádium en sus investigaciones, Marie Curie falleció el 4 de julio de 1934, en el sanatorio Sancellemoz, cerca de Passy
Hoy comentaré acerca de un libro necesario, una historia novelada que nos toca muy de cerca a todos los americanos, en el sentido estricto de la palabra, está dedicado a un personaje controversial, del que se conoce poco, pero a quien le debemos el nombre del continente en que vivimos. Me refiero a la novela Américo Vespucio de Stefan Zweig
El secretario de Estado con Donald Trump, y antes director de la CIA, Mike Pompeo, acaba de publicar, con gran respaldo mediático, su libro de memorias Never give an inch. Su estilo y mensaje, bravucón y matonesco, hace inevitable la comparación con otro ganster ítalo-estadounidense: Al Capone
Aleida Fernández Cherdiet viajaba hacia La Habana en unión de sus tíos, cuando el auto fue detenido para un registro de la Guardia Rural, agresiva ante la acometida del movimiento revolucionario
Si se alinearan los documentos del Archivo Nacional de Cuba, cubrirían 27.5 kilómetros de pruebas sobre las administraciones del país, personalidades y la gama en que se organiza la sociedad civil
Cuentan que José María López Lledín dijo a Eusebio Leal: Yo soy el Caballero de París, nací en una ciudad antigua que ustedes no conocen, pero los invito a imaginar que tuvo murallas, palacios y castillos