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La Habana, Cuba. – En el pasado, pocos empleaban el signo arroba, su utilidad era principalmente entre comerciantes o contadores.

Pero eso cambió gracias al programador estadounidense Ray Tomlinson, el hombre considerado por muchos como el inventor del correo electrónico.

Tomlinson arrancó la arroba de su teclado en 1971 para ubicarla entre el nombre del usuario y la dirección de destino cuando envió el primer mensaje entre dos computadoras. Así  cambió el futuro del curioso garabato que hasta entonces había tenido una vida digna pero sin sobresaltos.

El programador estadounidense eligió el signo de arroba porque en ese entonces rara vez se utilizaba en la informática, y quería evitar que confundiera programas o sistemas operativos anteriores.

Popular e indispensable

En inglés, el símbolo arroba apareció en las máquinas de escribir a fines del siglo XIX. Parecía ser un signo general que significaba una cantidad de cosas a un determinado precio.

Como las máquinas de escribir lo incluían, así también lo hicieron los primeros teclados adecuados para las computadoras, pues era una herramienta de trabajo con uso comercial. En una feliz coincidencia, el nombre en inglés de ese símbolo se ajusta muy bien: «at» que significa «en», o sea, el usuario  x en una dirección electrónica determinada.

Muchas naciones utilizan diferentes palabras para conceptualizar el signo arroba: en turco significa rosa, en noruego cola de cerdo, para los griegos es patito y en Hungría gusano.

Lo cierto es que cuando el programador estadounidense Ray Tomlinson mandó el primer correo electrónico no anticipó cuán popular e indispensable sería ese símbolo.