Por: Lázaro Silva Ochandía

Los fuertes calores  pueden atenuarse no solo con baños en la playa y la fría cerveza, la familia puede disfrutar con un exquisito refresco natural hecho con la Flor de Jamaica.

La planta oriunda de Asia puede cultivarse en cualquier patio, es buena también para elaborar infusiones frías o calientes, dulces, vinos, confituras y tiene usos diurético, sedativo, astringente, digestivo, antinflamatorio, y reduce los niveles de colesterol.

Es altamente reconocida y popular entre campesinos de Mayabeque, donde sobresale la familia de Raúl Hernández, en Batabanó, quienes elaboran vinos, caramelos y dulces en almíbar, premiados todos en Ferias Agropecuarias.

Especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas obtuvieron a partir de un programa de Mejoramiento Genético las tres primeras variedades cubanas de la Flor de Jamaica, a las cuales nombraron Delia, Benito y Logo.