La Habana, Cuba. – Cada inicio de año Cuba reporta una de las tasas de mortalidad infantil más baja del continente, solo comparada con países desarrollados, cifras que no por repetidas dejan de ser trascendentes, pues reflejan la voluntad política del Estado cubano y su sistema de salud por preservar la vida de todas las embarazadas, puérperas e infantes del país.

Al cierre de 2020, año que puso a prueba las capacidades en materia de salud de los gobiernos de todo el mundo, la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas del Ministerio de Salud Pública refiere, como datos preliminares, que en la Isla nacieron 105 mil 030 niños, 4 mil 686 menos que el año anterior, y la nación registró una tasa de mortalidad infantil de 4,9 por cada mil nacidos vivos, 36 fallecidos menos que el año anterior.

MINSAP

Mejores resultados

El Ministerio de Salud Pública indica que no se reportaron fallecidos menores de un año en 32 municipios del país.

Las provincias que tuvieron las tasas más bajas de mortalidad infantil por mil nacidos vivos fueron Holguín y Sancti Spíritus con 3,4, Mayabeque con 3,5 y Villa Clara y Pinar del Río con 3,7.

Con respecto al 2019, el país obtuvo en 2020 mejores resultados en varios indicadores. Entre ellos la tasa más baja de mortalidad por malformaciones congénitas de la historia con 0,7 por mil nacidos vivos y se redujo de 6,6 a 6,2 por mil nacidos vivos la tasa de mortalidad en menores de cinco años en comparación con el año anterior.

A pesar de la situación epidemiológica del país y del mundo, Cuba cierra el año sin reportar muertes maternas ni de infantes por Covid-19. 

Por bebés más saludables

En el año que culminó la tasa de mortalidad materna es de 40 por cada 100 mil nacidos vivos, que representa una muerte más en relación con el año anterior.

Para 2021, se fortalecerán las acciones en el control del riesgo preconcepcional de las mujeres que presentan enfermedades en edad fértil, con el fin de lograr una maternidad en condiciones adecuadas desde el inicio de la gestación, para lo cual juega un papel fundamental el Programa del Médico y Enfermera de la Familia.

También se mantendrá el control de las enfermedades maternas durante el embarazo, lo que garantiza la reducción del parto pretérmino, el retardo del crecimiento uterino y los trastornos hipertensivos.

Como cada año, el Programa de Atención Materno Infantil continuará entre las prioridades del Sistema Nacional de Salud y se seguirán fortaleciendo las acciones que garanticen resultados superiores.