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La Habana, Cuba. – Varias decenas de obreros se afanan en la construcción de un primer depósito de petróleo en la Base de Supertanqueros de Matanzas, escenario hace siete meses de un pavoroso incendio.

Bajo un inclemente sol, las brigadas trabajan en la fundición de la base del nuevo tanque, la que deben concluir en los próximos días para comenzar a montar el depósito, cuya capacidad será ligeramente inferior a los cuatro destruidos, pero con similar en estructura.

El nuevo depósito, cuya construcción debe demorar unos 18 meses, también tendrá una membrana interna de aluminio flotante y un domo geodésico, pero ofrecerá condiciones más seguras en el manejo del crudo.

Estamos en la segunda fase del proceso de recuperación, tras demoler las instalaciones afectadas por el incendio, dijo el director de la División Territorial Comercializadora de Combustibles Rigel Rodríguez.

Ardua labor

Parado al frente de una gran explanada de piedra caliza donde estaban los cuatro tanques destruidos, Rigel Rodríguez detalló los planes de recuperación de la Base de Supertanqueros de Matanzas, una instalación decisiva para la generación eléctrica nacional.

Rodríguez, un ingeniero químico a cargo de las labores de la Base, explicó que sin haber concluido todos los proyectos, se calcula el costo de la recuperación en unos 91 millones de dólares y 4 mil millones de pesos.

Se trabaja duro porque hay un gran compromiso entre los trabajadores, quienes saben de la importancia del centro para el país, aseguró el directivo.

Además de erigir cuatro nuevos tanques, la reconstrucción de la Base matancera incluye un nuevo laboratorio de análisis físico-químico, la red de tuberías que conecta a los muelles y la rehabilitación de los talleres de mecánica, electricidad y maquinado.