La Habana, Cuba. – La existencia de dos tasas cambiarias del Peso Cubano Convertible (CUC), una oficial de 1 x 1, y otra paralela de 1 x 25, ocasiona una grave distorsión en la economía nacional.

Aunque en su momento la aplicación de ambas tasas fue una decisión adecuada en un contexto determinado, como explica el economista Silvio Gutiérrez, ahora hay que poner las cosas en su lugar y darle su real valía al sobrevalorado peso. 

El circuito estatal se mantuvo en el cambio de uno por uno en los vínculos entre las empresas, rememora el experto. Sin embargo, la población comenzó a operar con la otra tasa y la economía nacional transita por dos circuitos diferentes, lo que oscurece la medición económica. Y es que un país no se puede desarrollar y no tendrá una economía eficiente, si no hace mediciones efectivas. 

Medir con exactitud

En el afán de lograr una medición exacta de la realidad económica cubana, los expertos concibieron el llamado componente en pesos convertibles. 

Para medir hay que saber cuánto es en divisa de los gastos expresados en pesos, explica el académico Silvio Gutiérrez, quien imparte la asignatura Precios en la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana.

Sin embargo, el componente en pesos cubanos convertibles (CUC) es una elucubración, una creación subjetiva necesaria para poder calcular los hechos económicos, lo que en un inicio se hizo relativamente fácil, pero que se ha ido complicando con el paso del tiempo.

Por eso, Gutiérrez afirma que como efecto de la globalización todos los productos en Cuba tienen un componente importado o una relación con la exportación, lo que obliga a tomar nuevas decisiones para medir con exactitud.

Favorecer la exportación

El principal problema de las empresas en relación con la tasa de uno por uno es que como no reconoce los efectos de la crisis en la economía, evidentemente se sobrevaloran el peso y las ofertas y se crea una distorsión, dice el economista Silvio Gutiérrez.

Y es que para algunas empresas hoy es más caro producir que importar, lo que al mismo tiempo desestimula la exportación. 

Cómo van a querer importar más que exportar. Cómo van a querer producir más artículos secundarios que no son fundamentales para la empresa, afirma Gutiérrez con encono.

Esas son algunas de las razones que justifican la imprescindible unificación monetaria y cambiaria, dos asuntos que hacen que en la actualidad nuestra economía trabaje con una relación problemática.