La Habana, Cuba. – Periodistas, locutores, personal de apoyo y directivos, laboran incesantemente en una emisora que sale al aire en vivo las veinticuatro horas, los 365 días del año.

Su corazón es la Redacción central, donde se analizan los cables de las agencias noticiosas, se reciben los trabajos de reporteros y corresponsales, se monitorean las señales televisivas y se accede a los sitios web de otros medios de prensa para elaborar las informaciones que salen al éter desde la cabina de transmisiones.

Para llegar a la Redacción Central de Radio Reloj es preciso transitar un pasillo central convertido en galería de arte. Se trata de un espacio silencioso, cuyas paredes impiden al visitante captar la laboriosidad y capacidad de síntesis con las que se resumen en dieciséis líneas la información que orienta, educa y hace pensar.

Cotidiana historia relojera

Cuando celebramos este 13 de febrero el Día Mundial de la Radio, y en próximos meses el aniversario 75 de esta emisora que marcha junto al tiempo, vale la pena hablar del minuto que en cada media hora sale al aire en los boletines diarios, este espacio Enfoque o la Revista Semanal.

Es un reto consagrar un minuto al esfuerzo del campesino, a la grandeza de la maestra o al resultado final del estudiante, porque todos ellos también hacen historia.

Es cierto que cuando escribimos acerca de ellos no hacemos un periodismo de epopeya de guerras; sin duda, transcurren días en los que se precisa reflejar el heroísmo cotidiano en un país que continúa acosado por un vecino muy poderoso.

Pero en Radio Reloj transmitimos, en un minuto, la proeza del pueblo cubano, que en un mundo convulso y en crisis, no escatima esfuerzos por conquistar el futuro.