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La Habana, Cuba. – Con paso firme y compromiso manifiesto está allí donde su presencia es útil. Cuando hoy celebra sus 63 años de existencia, la Federación de Mujeres Cubanas exhibe orgullosa su capacidad movilizadora, articulada desde la comunidad como parte de un proyecto social que promueve la participación popular en la toma de decisiones.

Así surgió la FMC: defensora de la Revolución que ayudó a fundar obras y a enaltecer su emancipación rumbo al empoderamiento femenino.

En pleno desarrollo de su XI Congreso, a pesar de las duras condiciones que nos ha impuesto la vida, la Federación de Mujeres Cubanas tiene ante sí numerosos desafíos y retos, entre ellos uno esencial: el trabajo en las delegaciones de base.

Lo dijo la Secretaria General de esa organización, Teresa Amarelle Boué: tenemos que salvar toda la justicia conquistada. 

Un recuento necesario

Tras el paso de la COVID-19 y frente al recrudecido bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno estadounidense contra Cuba, el recuento de iniciativas y proezas ejecutadas por la Federación de Mujeres Cubanas deviene mérito incuestionable para quienes cargan todavía el peso mayor de responsabilidades como trabajadoras del hogar y no simples amas de casa.

Escuchar las dudas e inquietudes de sus afiliadas; dar protagonismo a las más jóvenes en cargos de dirección a todos los niveles; continuar impulsando el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres e incrementar la creación de Casitas Infantiles; enfrentar la violencia de género desde la prevención y la acción jurídica.

Ante esos retos, la FMC centra su fortalecimiento para que la mujer cubana siga, como hasta hoy, vencedora de imposibles.