La Habana, Cuba.- Los eventos registrados este martes en las orientales provincias de Santiago de Cuba y Granma constituyen una situación parecida a la de hace un año en cuanto al incremento de la actividad sísmica, pero diferente en su comportamiento, consideró Bladimir Moreno Toirán, director del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas.

Detalló al diario Granma que ahora se trata de un sismo de una magnitud considerable de 5.8, seguido de réplicas de poco más de 3, que han liberado muy poca energía, e irían disminuyendo.

El experto añadió que se trata de una zona de sismicidad baja comparada con el resto del sur del oriente cubano.

El actual terremoto tuvo lugar a unos 30 kilómetros de la costa, que lo hace muy fuerte en los poblados santiagueros costeros como Chivirico, Uvero, La Plata, y se sintió también en Bartolomé Massó, Caney de las Mercedes, y otros sitios de la vecina provincia de Granma.

Sin daños humanos

Reporta el periódico Granma que en las localidades costeras se aprecian grietas en paredes de viviendas y de algunas escuelas, varios derrumbes de casas, y afectaciones parciales de techos, pero no hay daños humanos.

En la ciudad de Santiago de Cuba fue sentido muy fuerte, pero dado la distancia del epicentro han sido las ondas sísmicas de baja frecuencia las que han llegado con mayor amplitud, y se percibió más en edificaciones superiores a tres niveles.

Moreno Toirán destacó que el Servicio Sismológico Nacional cuenta con una red que agrupa a 18 estaciones sismológicas, operando con equipos de alta tecnología y muy confiables, que pueden registrar hasta eventos locales muy pequeños.

Al actualizar el comportamiento sísmico en la nación, puntualizó que el pasado año cerró con 60 movimientos de tierra perceptibles, fundamentalmente en la región sur oriental.