La Habana, Cuba. – El mes de Abril parece destinado a marcar la historia política cubana. Desde que Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano el 10 de abril de 1892, ese mes quedó sellado en el calendario político nacional.

Con la primavera han llegado importantes sucesos que determinaron de alguna manera el rumbo de la nación, pero quizás ninguno como la proclamación de la Revolución Socialista y la posterior victoria de Playa Girón.

En las arenas cenagosas del sur de Matanzas se enfrentaron un mundo viejo y el que nacía bajo la advocación de un nuevo ordenamiento socio-económico. Los milicianos, a sangre y fuego, unieron en Girón a Martí y a Fidel, precursores de la misma vocación independentista y exponentes de una revolución que comenzó en lomas y manigua, pero que tendría un camino más espinoso en la conformación de la nueva república.

Desde Martí a Fidel

Hay un arco histórico que une a Martý y a Fidel, como mismo enlaza al Partido Revolucionario Cubano con el Partido Comunista de Cuba.

El desafío al Gigante de siete leguas iguala a ambos líderes y organizaciones en épocas diferentes, pero con similares riegos de caer aplastados por un enemigo ciclópeo. La filosofía del David armado con una simple honda frente a Goliat, pero dispuesto al holocausto antes de perder a la Patria, se transfirió de una época a otra para salvaguardar la soberanía nacional.

En ese reto, el actuar y la conciencia de la mayoría serán la única garantía de que se preservará una obra que se erige con todos y para el bien de todos. Abril vuelve a ser una prueba como en otros años y el 8vo. Congreso del Partido otra ratificación de nuestro rumbo martiano por el futuro.