La Habana, Cuba. – La Covid-19 ha vuelto a golpear a la cultura cubana. En el día en que cumpliría 76 años, el actor Manuel Porto se despidió de la vida.

Deja, eso sí, una estela de cariño en su pueblo, que lo recordará por siempre como aquel anciano recio de la telenovela Cuando el agua regresa a la tierra, aferrado con todas sus fuerzas a la Ciénaga de Zapata. Y fue allí, en aquellos parajes, donde poco después ayudaría a fundar el conjunto artístico comunitario experimental Korimacao, para que también germinara la cultura.

Fue la obra de su vida. Allí Porto creció como actor, maestro, revolucionario; él, que impregnó convicción y naturalidad a cada personaje que interpretó.

Aún puede vérsele en la telenovela Vuelve a mirar, de Cubavisión, y cada vez que asome su rostro curtido se acentuará el dolor de la pérdida de uno de los íconos de la cultura cubana.