Primer Ministro de Israel envuelto en escándalo de corrupción

La Habana, Cuba. – Parece ser que el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu tiene gustos refinadamente caros y además le gusta que se hable bien de él. Por eso, está ahora imputado en dos causas por corrupción.

Una por recibir costosos regalos a cambio de favores y otra por favorecer a un importante diario de Tel Aviv a cambio de una cobertura favorable de la gestión política del Premier.

Durante los últimos 8 años, Netanyahu ha dominado la escena política de Israel y casi se ha convertido en sinónimo de su país en la arena mundial.

Con una especial capacidad de supervivencia política, el Primer Ministro ha superado a todos sus rivales y ha ganado tres veces las elecciones, un récord que comparte con David Ben Gurion. Pero ahora está contra las cuerdas porque hasta su esposa Sara es investigada por cuatro casos de mal uso de los fondos públicos.

De cara a la Ley

El hecho de que uno de los más cercanos colaboradores de Benjamín Netanyahu sea testigo de la Fiscalía, ha puesto en una difícil posición legal el Primer Ministro israelí.

El pacto con la acusación de Ari Harow, ex-jefe de gabinete  y de la más reciente campaña electoral, vaticina un futuro negro para el Premier, quien hasta ahora ha sorteado los escándalos que rodearon gran parte de su vida pública.

Aunque las pesquisas policiales continúan, un eventual fallo judicial pudiera ser desfavorable al veterano político y abrir una seria fisura en el escenario israelí, donde ya hay voces que piden la renuncia del gobernante, quien hasta ahora rehúye manifestarse en público sobre el caso.

Lo cierto es que el Primer Ministro, aunque no lo quiera decir, pudiera estar asistiendo a la caída del telón en su extensa carrera política.