Hillary Clinton comanda las acciones sobre Donald Trump en Estados Unidos. Foto: Escambray

Poco menos de 100 días y tres debates públicos restan para que Hillary Clinton y Donald Trump definan una carrera hasta la Casa Blanca cuyo pronóstico es complicado.

Tanto la candidata demócrata como el aspirante republicano enfrentan como primer desafío sortear la baja popularidad que tienen ante una parte del electorado. Muchos votantes ven a la Clinton como continuadora de una dinastía política que la hace ser representante de la más rancia élite. En el otro bando, Trump, con sus disparates constantes, ha llegado a ser calificado como El candidato del Apocalipsis por su sombría visión de Estados Unidos, algo que tampoco es compartido ni por buena parte de su propio Partido.

Ambos pretendientes tienen que hacer que la gente salga a votar para superar el tradicional abstencionismo de las elecciones norteamericanas.

Elección histórica

Hillary Clinton no solo sería la primera presidenta de Estados Unidos, sino que ya hizo historia al convertirse en la primera mujer candidata por uno de los más grandes Partidos.

Además, tiene la posibilidad de relevar a un presidente de su misma agrupación, algo que no sucede desde que Johnson sustituyó a Kennedy. También la Clinton puede hacer que los demócratas estén en el poder más de ocho años consecutivos, desde los cuatro períodos cumplidos por Roosevelt.

Por su parte Trump, que viene del mundo de los negocios, si gana también haría historia, pues desde Eisenhower no asume la presidencia una persona sin ser electa antes en otro cargo.

Pero más allá de esas curiosidades históricas, la última etapa de las elecciones se avizora como muy desagradable para ambos candidatos que tendrán que lidiar con la previsible rudeza del adversario.