Guerrilleros colombianos dejan las armas y pasan a la vida civil

La Habana, Cuba. – Casi nueve meses después de la firma del acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia abandonaron las armas y avanzaron en el camino de convertirse en un partido político.

Aunque el nombre definitivo deberá ser aprobado dentro de unos días en un Congreso Constitutivo, ya se especula que pudiera ser Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia, lo que permitiría conservar las siglas históricas de la organización insurgente.

“No queremos romper los vínculos con nuestro pasado. Hemos sido y seguiremos siendo una fuerza revolucionaria”, adelantó Iván Márquez el jefe del equipo guerrillero negociador de la paz. Pero serán los mil 200 delegados al Congreso del próximo día 27 los que tendrán que decidir no solo el nombre, sino el rumbo político del nuevo partido.

Paso a paso

Con tropiezos, pero sin retrocesos, Colombia parece acercarse por fin al término del más antiguo conflicto armado de América Latina.

A pesar de la oposición de una derecha radical que encabeza el expresidente y ahora senador Alvaro Uribe, los fusiles han dejado de tronar desde hace meses y se desarmó la más importante guerrilla activa en el continente.

Poco a poco, la sociedad colombiana ha ido dando pasos para llevar a vías de hecho un pacto cuyo cumplimiento es la única manera de conjurar el resurgimiento de un conflicto cuya esencia aún no ha sido resuelta.

No obstante, por delante hay un esperanzador panorama, siempre y cuando la clase política en el poder tenga la capacidad suficiente para hacer cumplir los acuerdos, ahora que la paz en Colombia empieza a tomar cuerpo.