La Habana, Cuba. – A pesar de los avatares del país, el 8vo. Congreso del Partido es casi una realidad. Por supuesto, que esa reunión estará signada por la pandemia, como toda la cotidianidad desde hace poco más de 13 meses.

La economía, ya se ha dicho, será un punto importante en la agenda, porque el efecto combinado del azote del nuevo coronavirus y el recrudecimiento del bloqueo pusieron números rojos a los resultados del pasado año, cuando el Producto Interno Bruto descendió en un 11 por ciento.

Aunque está claro que el Partido, y mucho menos el Congreso, no es un ente económico, es la organización que marca el rumbo de la nación en el futuro inmediato. Por eso, porque la sostenibilidad del proyecto socio-político nacional pasa forzosamente por el mejoramiento de las condiciones económicas, la reunión partidista reimpulsará tareas en marcha.

Conceptos e implementación

Precisamente de los dos anteriores Congresos del Partido salieron importantes planes de transformación de la economía nacional. Esos cambios significan una mutación profunda de un modelo muy enraizado, cuya modificación es difícil, sobre todo por la cantidad de conceptos que hay que desmontar, después de haber sido interiorizados casi como leyes inmutables.

Quizás por eso se ha avanzado tanto desde el punto de vista conceptual, pero con mucha mayor lentitud en la implementación de las medidas pactadas.

No es un secreto para nadie que el país vive momentos muy difíciles a los que tiene que buscar salida, por eso es positiva la coincidencia con la realización del 8vo. Congreso del Partido.

Esa reunión, como las anteriores, volverá a tener impacto sobre el rumbo futuro de la economía y del país.

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