La Habana, Cuba. – Mecánicos con manos mágicas devuelven la vida útil a los camiones; unas rastras parten de viaje y otras retornan con su misión cumplida. Esa es la vorágine cotidiana en la sede de Ruedas Caimán SRL, donde transcurren los días de Haraik Martínez Betancourt.

Puede que resulte rara la presencia de una mujer entre hombres y transporte de carga, pero para esta joven madre, y abogada de formación, el trabajo en la Mipyme ha resultado un agradable reto.

Llegó a Ruedas Caimán por incentivos de un amigo, y asumido el desafío, hoy Haraik Martínez Betancourt presume de ser socia de la empresa, además de desempeñar otras funciones en el área jurídica.

En la arrancada, las cosas no fueron tan simples. Desconocía las normas jurídicas que rigen una Mipyme de transporte de carga. También, largas jornadas la alejaban de su hijo pequeño. Sin embargo, con el apoyo de la familia y los compañeros de trabajo, y su afán de superación profesional, los temores se convirtieron en sonrisas.

La abogada Haraik Martínez Betancourt no es la única fémina que engalana la Mipyme Ruedas Caimán SRL. Entre los socios fundadores de la empresa se encuentra Yamira Gil Pozo, quien se encarga además de las cuestiones comerciales. En tanto, otras tres compañeras laboran en el departamento económico.

Ellas comparten la satisfacción con su trabajo y el colectivo de Ruedas Caimán, donde lejos de parecer inferiores por cuestiones de género, se crecen un poquito más cada día.

Yamira Gil Pozo, actualmente de licencia de maternidad, sostiene que confluir con otras mujeres es lo más usual en cualquier trabajo; quizás, lo más fácil. Sin embargo, el estar rodeada de hombres y camiones reta a aprender, a superarse, y por ende, a fortalecerse.

Son ellas marianas de estos tiempos, que alejan añejos prejuicios y allanan el camino hacia el desarrollo del país.

Fotos: Cortesía de la entrevistada