A nivel mundial aproximadamente un 45 por ciento de la población ronca ocasionalmente, mientras que un 25 lo hace de manera habitual.

Eso se debe a que al dormir los músculos de la garganta y tráquea se relajan, si te encuentras boca arriba, tanto la mandíbula como la lengua se deslizan más atrás que de costumbre, obstruyendo el pasaje de aire de las fosas en la garganta.

Esa acción dificulta la entrada y salida de aire de los pulmones, obligando al individuo a respirar por la boca. Si bien suele desconocerse las razones de por qué se ronca, existen ciertos factores que aumentan el riesgo de ello.

Entre ellos se encuentran el sobrepeso, que provoca que aumente el tejido del cuello que presiona las vías respiratorias, además de las deformaciones del tabique nasal, la congestión, los pólipos nasales y la hinchazón del velo o la úvula.

Causas de los ronquidos

En ocasiones el ronquido es un síntoma de un trastorno del sueño conocido como apnea del sueño, donde la persona deja de respirar total o parcialmente por más de 10 segundos mientras duerme.

El resoplido o ronquido suele ocurrir luego de cada episodio, aunque no puede evitarse ese mal sí puede reducirse disminuyendo el consumo de alcohol o sedantes para dormir.

Al acostarte opta por hacerlo de lado en lugar de boca arriba, de ser posible con una pequeña pelota en la parte baja de la espalda, eso te permitirá dormir cómodamente boca arriba.

Otra medida es realizar ejercicios físicos y para la garganta, estos últimos pueden ayudarte a descansar los músculos antes de dormir y así evitar esos molestos sonidos que causan desvelo a quienes conviven alrededor nuestro, en especial si tienen el sueño ligero.