La Habana, Cuba. – Agazapado en la sombra, en cada esquina emboscado, con el alcohol y el café está acechando el cigarro. Alquitrán y nicotina lo auxilian en el asalto con otras muchas toxinas de propósitos malsanos.

Comienzan por el cerebro las neuronas atrofiando, y que el fumador se crea que el fumar lo hace más guapo. Cuando viene a darse cuenta, el vicio lo tiene atado, porque es fácil adquirirlo, pero difícil dejarlo…

Del pre y de la secundaria pasan fumando muchachos. ¿Dónde aprenden ese vicio? ¿Dónde adquieren el mal hábito?

Para comprar cigarrillos no necesitan salario, porque sueltos, uno a uno, les resultan más baratos, aunque al final de la cuenta lo barato salga caro.

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