Por: Yoelvis Lázaro Moreno

A conocer, debatir y comentar sobre un asunto que concierne al universo contemporáneo de la información y la comunicación, dedicaremos dos minutos en nuestro boletín.

De noticias falsas, o fake news, como se reconoce este fenómeno en el mundo anglosajón, estaremos compartiendo conceptos, historias y puntos de vista que ayudarán a nuestro consumo mediático y a formar receptores cada vez más críticos.

Si bien las fake news no son un fenómeno nuevo,  su proliferación y su peligro en la actualidad, ante la superabundancia informativa en internet, invitan a  tener en cuenta algunas alertas.

Estamos en presencia de noticias que se difunden con el fin deliberado de engañar y ser creídas por multitudes. Tienen un objetivo claro, asociado casi siempre a intereses políticos y económicos, pues intentan desvalorizar gobiernos y partidos y, al mismo tiempo, generar ingresos.

Identificar la mentira dicha como verdad

Hoy día es necesario partir de una postura esencial: No todos los contenidos políticos que usted lee o ve en las redes sociales digitales son verdaderos.

Por ello, siempre que sea posible hay que contrastar la información que recibimos,  acudir a  fuentes confiables, y sacar nuestras propias conclusiones de lo que consumimos, que es lo más importante.

De acuerdo con el destacado periodista español Marc Amorós, las fake news buscan alterar el relato objetivo de los hechos para crear uno alternativo. Y ese relato alternativo tiene intenciones que no siempre protegen nuestro derecho a estar bien informados.

Cuando leamos algo sorprendente en Facebook, Twitter y Whatsapp, debemos disparar entonces las alarmas de la sospecha. Lamentablemente pululan en la actualidad las noticias falsas disfrazadas de verdad, y las verdades a medias tintas.