Dos fechas importantes -sin aparente vínculo- se asientan en el enero de Cuba: el 28, natalicio de José Martí, y el 15, Día de la Ciencia.

La América es esencialmente necesaria al estudio de la ciencia nueva, y sin ella nada podrán deducir de cierto sobre la unidad, identidad y época común de aparición del género humano, dijo el Apóstol.

Y es que desde muy joven se convirtió en uno de los más completos divulgadores de los avances de la ciencia y la técnica del período, realiza una justa valoración de esas ramas como fenómenos sociales, vincula su desarrollo con las condiciones históricas concretas, y ejerce una alerta constante a nuestros pueblos sobre las intenciones norteñas de dominarlos.

Desde la óptica de Martí el desarrollo científico no podía concebirse para satisfacer las ansias de poder de los explotadores.

En el camino de la Ciencia

Fue el 2 de julio de 1875 cuando José Martí inició el difícil pero necesario y hermoso camino de la ciencia. Ese día asombró a todos los lectores habituales de la Revista Universal, de México, cuando pasó de la temática política a la científica, algo inusual en la prensa de la época.

Soñó con escribir obras de divulgación científica, y mantuvo espacios periodísticos dedicados a la popularización de esa rama.

Queda en la historia cómo el 2 de marzo de 1895, en su peregrinar de Cabo Haitiano a Montecristi, llevaba consigo el segundo prontuario científico de Paul Bert.

También en una de sus últimas cartas, dirigida a María Mantilla, exponía: Donde yo encuentro poesía mayor es en los libros de ciencia.

Binomio indisoluble

Como madre amorosa que descompone, elabora, estudia y crea en pro de tantos hijos que la desconocen, la desdeñan o la olvidan, calificó José Martí a la ciencia, sector que este 15 de enero celebra su día en Cuba.

¿Qué mayor poesía que a la que a manera de selva amazónica, va surgiendo ante los ojos a la lectura de un libro científico en que se revela la grandiosidad, armonía y espíritu de la naturaleza?, expresó también el Apóstol de nuestra independencia, de quien el próximo 28 se cumplen 166 años de su natalicio.

Por ello, ambas fechas son como un binomio indisoluble, y en cada conmemoración del Día de la Ciencia hay un espacio importante para recordar a José Martí.

Enero es para los cubanos, martiano y científico.