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Por: Teresita Jorge

Con 40 años de vida el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, que comenzará el seis de diciembre próximo, se reafirma como un evento cultural de excelencia.

Nacido el tres de diciembre de 1979, la cita, un referente a nivel mundial, tiene como prioridad mostrar lo más reciente y novedoso del séptimo arte. El arraigo del cine latinoamericano en Cuba es una verdad de Perogrullo, lo que se evidencia en la impresionante asistencia del público a las salas exhibidoras.

Cuba es el único país del mundo donde el pueblo hace cola para ver una película latinoamericana, dijo años atrás, en una entrevista de prensa, el cineasta Julio García Espinosa.

El director de la película Aventuras de Juan Quin Quin consideraba que ello evidencia el proceso de desalienación del cubano de hoy.

Cuba: un pilar del Nuevo Cine Latinoamericano

Cuba es un país que ha hecho importantes contribuciones al Movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, entre estas el documental El Mégano, dirigido por Julio García Espinosa.

Inspirado en el movimiento conocido como neorrealismo italiano, El Mégano fue un intento de ruptura con el paradigma de representación fílmica que hasta 1959 predominaba en las producciones cubanas.

Sobre el realizador afirmó el crítico e investigador cubano Juan Antonio García Borrero que es tal vez el más infatigable de los cineastas cubanos en el empeño de dinamitar no solo el contenido de las historias que cuenta, sino además, el modo en que esas historias se cuentan.

El artista afloró por aquellos tiempos con una nueva forma de filmar dirigida a contrarrestar la avalancha de películas provenientes de Hollywood.

Tender puentes y más puentes

Julio García Espinosa afirmaba que los cineastas latinoamericanos necesitan hacer visible este continente, dar a conocer su folclore, sus costumbres, su identidad.

Un país sin imagen es un país que no existe, aseguró el creador, una de las figuras más destacadas del llamado nuevo cine latinoamericano y personaje imprescindible en la cultura cubana. «Es muy importante defender el derecho de que el cine se exhiba en nuestros países. Es un deber elemental, afirmó.

El Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana fue concebido como una continuación de los festivales de Viña del Mar, Mérida y Caracas, en los que se dieron cita filmes y cineastas de las tendencias cinematográficas más renovadoras de América Latina.

Alfredo Guevara, uno de los fundadores, dijo que la cita cumple con el ambicioso sueño de tender puentes y más puentes para unir al público con los creadores.