La Habana, Cuba. – Estimado lector, luego de abordar a través de la serie “Promesas”, una especialidad tan importante dentro del audiovisual como la Edición, hoy traemos -al decir de algunos-, lo que puede determinar desde un inicio el éxito de una producción: El Guión.

Es el guionista el encargado de, a partir de una idea propia o la adaptación de un texto, narrar lo que otros deberán interpretar.  Es quien da forma y sentido a una trama a través de los personajes que diseña.

Esta Revista Semanal dialogó con quienes estuvieron a cargo de escribir Vuelve a mirar”, basado en una idea original del camagüeyano Pavel Alejandro Barrios Sosa (La hoja de la caleta, 2017; Mio Amico, Il Cubano, 2018).

De Amílcar Salatti y Yoel Infante resultó la propuesta televisiva que tanta aceptación y polémica ha generado en el público cubano. Pero, para Amílcar Salatti, qué es lo primordial de un guión?  “que esté bien escrito, porque un mal guión no llega a buen puerto”.

Aterrizar la realidad de forma constructiva

Amílcar Salatti, guionista de Vuelve a mirar

Para ambos guionistas, la aceptación por el público de los últimos audiovisuales está dada por las temáticas abordadas. Pero influye, además, el tratamiento dado a los personajes, que los identifica y acerca a las problemáticas que vive a diario el cubano.

Yoel Infante, guionista de Vuelve a mirar

Yoel es partidario de que toda la realidad cubana se puede abordar en la TV, sin tabúes, a partir de que somos una sociedad perfectible. “Lo importante es saber cómo tratar los temas álgidos que nos envuelven, de una manera inteligente, sin lastimar, siempre desde un punto de vista constructivo, que ponga a pensar a la familia, a reflexionar sobre el bien y el mal.

La televisión es entretenimiento en tanto educa al espectador, y muchas veces, en esa reflexión que lleva implícita la ficción, el televidente encuentra la solución a sus problemáticas, incluso se reconcilia con la sociedad al verse reflejados.

Con ese propósito, para esta novela logramos un buen equilibrio entre personajes positivos y negativos que conforman la trama central y subtramas”.

Algunos actores de Vuelve a mirar

Desde varias aristas “Vuelve a mirar” aborda un tema tan sensible como la vejez, deuda saldada con la tercera edad pero que aún tiene mucha tela por donde cortar.

Mas, al eje central le acompañan otras problemáticas como los discapacitados y su plena inserción en la sociedad, otro gancho que ha venido enamorando a la teleaudiencia desde otras propuestas de Salatti, como “Pasos Firmes”, dirigida por Infante; y “Entrega”, a cargo de Albertico Luberta, y que retoma la próxima novela “Tú”, bajo la dirección de Lester Hamlet.

“Siempre va a ser un tema llamativo, al que hay que darle seguimiento, poniéndole rostro a los que tienen la obligación de cuidar, proteger y educar a las personas discapacitadas.

En cuanto a otros temas de la actualidad, ojalá siga apareciendo más sobre lo que contar; yo sigo “cazando” historias como dije alguna vez. Siempre trato de abordar lo novedoso para no repetirme, lo cual está siendo más difícil cada día por la cantidad de contenido que se genera diario”, explica el artífice de “Inocencia”, “Estéban”, “Zoológico”, entre otros conocidos audiovisuales.

Inocencia, una idea original de Amílcar Salatti

Si bien es cierto que las propuestas de Amílcar Salatti han recibido buenas críticas, él defiende que no solo depende de guiones bien escritos.

“En el audiovisual la mayor responsabilidad recae en el director, pero tiene que ser resultado de un trabajo colectivo, donde todos tenemos que hacer un buen papel, porque si falla un eslabón de la cadena se quiebra el camino al éxito.

Si los niveles de producción son malos, si el director no tiene una buena comunicación con el de fotografía o el guionista; si el asesor no juega su papel; si no hay un buen casting y una buena dirección de actores, entre otros factores, entonces es difícil que el público acoja con agrado la propuesta, porque todos esos problemas quedan reflejados en el producto y llegan al televidente.

No obstante, reitero que todo parte de un guión bien escrito y finaliza con un buen montaje y edición”.

Entre el guión y la dirección

Pero contar historias no es exactamente lo que le apasiona a Yoel Infante. “El tema de escribir guiones fue surgiendo poco a poco. El primero fue mi tesis de graduación de la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), y lo hice porque no encontré quien escribiera lo que tenía pensado en aquel momento.

Luego comencé a dirigir para la televisión y fue después de la novela La sal del paraíso” que me tomé en serio lo de ser guionista, gracias al impulso que me dio Amílcar. A partir de entonces surgió “Zoológico”, “Vuelve a mirar” y “Tú”. Me gusta escribir porque me ayuda a exorcizar demonios; sin embargo, no creo que sea a lo que me dedique siempre porque lo que me atrapa como artista es la dirección, estar involucrado en todo el proceso creativo”

Como director, Yoel acumula en su haber los teleplays: “Desamparo”, “Desencuentro”, “Sacrificio”, “OH”, “Pasos firmes” y “Silencio” (este último escrito por él). Se suman los cortometrajes “Lavadora”, así como “La noche bocarriba” y “Reverso fucking boy”, en etapa de pos producción. Los capítulos “Gabriel”, “Josefina” y “Vladimir”, de la serie “Promesas”, entre otras realizaciones.

Y sobre ello opina Salatti: “Yoel es uno de los mejores directores que hay en la televisión. En cine hizo un corto (“Él y Ella”) para la película de Fernando Pérez “Cuentos de un día más, pero lamento que no se le haya dado la oportunidad de hacer su largometraje. Creo que si pudiera tenerlo como director de punta le diera casi todos mis trabajos porque es un gran realizador, buen director de actores, y muy profesional con su trabajo. De ahí la empatía personal y profesional que se refleja en el trabajo de ambos”.

Nuevos proyectos

Con relación a un futuro inmediato, Yoel y Amílcar están inmersos en nuevos proyectos y concluyendo otros para el próximo año.

Trabajo hay, nos comenta Infante. Terminé dos telecuentos: una adaptación de Cortázar y otro de un escritor cubano. Me tiene entusiasmado un cuento fantástico para la sección de juveniles-infantiles sobre vampiros, que espero se pueda realizar. Pero lo que ahora mismo ocupa la mayor parte de mi tiempo es una teleserie de 13 capítulos, “Cuartetos”, que aborda la temática de las masculinidades. Son cuatro jóvenes que van a graduarse de la ENA en la especialidad de Música, y forman un cuarteto para presentarse en el Festival JoJazz; la serie narra lo que ocurre durante un año mientras se preparan para ese evento musical. Es un pretexto para hablar de la juventud, sus inquietudes, aspiraciones y sobre la música cubana. También concluí, junto a Amílcar y María Claudia Figueroa, mi tercera novela como guionista, titulada “Viceversa”, que esperamos esté contemplada para el próximo año.

Por su parte, Salatti está escribiendo las segundas temporadas de “Calendario”, para Magda González;  y “Al habla con los muertos”, para Albertico Luberta, además de una serie de ciencia ficción para Jorge Pedro, director de la compañía Vedarte. Mientras se negocia una segunda temporada de la gustada serie “Promesas”, a paso lento trabaja en una serie corta junto a Eduardo Vázquez, que versará sobre la muerte del Titán de Bronce. “También acabo de dirigir mi primer audiovisual para la pantalla chica que es un telecuento basado en un historia de Hemingway y que debe salir en el verano próximo”.

Por lo pronto, de esta mancuerna que funciona tan bien, salió la próxima novela, , dirigida por Lester Hamlet, y que, basada en una idea original de Albertico Luberta, también aborda temas presentes en la sociedad cubana, como la racialidad, la diáspora, la bipolaridad, la delincuencia, entre otros.