La Habana, Cuba. – El agua es imprescindible para todas las funciones del organismo, y, al igual que una ducha diaria limpia el cuerpo por fuera, beber agua limpia nuestro interior.

Una hidratación adecuada tiene grandes beneficios. En primer lugar, ayuda a mantener las articulaciones lubricadas, funcionando de forma adecuada, y permite que los músculos se contraigan correctamente, lo cual es esencial para el movimiento.

Otra de sus bondades es que elimina toxinas. Sabemos que los riñones filtran y procesan los desechos de la sangre, pero nuestra hidratación tiene un impacto positivo en la eficacia con la que esos órganos funcionen.

Los estudios han encontrado que incluso la deshidratación leve puede afectar el estado de ánimo, los niveles de concentración, la memoria y el rendimiento general del cerebro, al mismo tiempo que causa dolores de cabeza, fatiga y ansiedad, por lo que tomar agua aumenta la función cerebral.

Tomar agua con frecuencia

La hidratación adecuada aumenta el volumen de sangre y disminuye la tensión en el corazón cuando circula oxígeno por todo el cuerpo.

Esto ayuda a reducir la posibilidad de afecciones cardiovasculares o un derrame cerebral. Según los estudiosos, la regla es tomar un litro de agua por cada 35 kilogramos del peso corporal.

Pero en la hidratación del organismo hay que tener en cuenta algunos factores, como reconocer en los niños las señales de sed, que las mujeres embarazadas o ya lactantes requieren líquidos adicionales para el bebé y la leche materna, y que los atletas o las personas activas a menudo pierden más agua al sudar, por lo que necesitan aumentar su ingesta.

La orina debe tener color pálido; si es amarillenta, indica deshidratación. Esperar hasta sentir sed no es la estrategia, sino adquirir el hábito de beber agua con frecuencia a lo largo del día.

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