La Habana, Cuba. – Sobre la Condesa de Merlin un colega escribió: El olvido a veces se cierne sobre una persona y las capas del tiempo van borrando, incluso, su nombre.

Palabras justas para traer a la memoria a María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo, cubana que desde joven radicó en París, escribió su obra literaria en francés y destacó por una voz que muchas veces puso en función de conciertos benéficos a favor de griegos y polacos emigrados.

Apenas conocemos a esa mujer talentosa que, nacida el 5 de febrero de 1789, mereció el sobrenombre de La bella criolla.

De sus obras, preciso es recordar Viajes a La Habana, texto prologado por la no menos grande Gertrudis Gómez de Avellaneda; en los salones de la Condesa de Merlin comenzaron a destacarse Honoré de Balzac, Franz Liszt, George Sand y tuvieron refugio los cubanos Domingo Delmonte y José Antonio Saco. 

Fundadora de la literatura cubana escrita por mujeres

María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo, Condesa de Merlin, a pesar del olvido entre los cubanos y hasta de la propia Academia, es considerada la fundadora de la literatura cubana escrita por mujeres.

Asentada en París, plasmó sus textos en francés y las traducciones al castellano fueron inmediatas; entre sus obras relevantes está Viaje a La Habana, donde reflexiona sobre la política, economía, sociedad y esclavitud de la colonia, critica a la administración y sugiere la necesidad de reformarla.

También se incluye su autobiografía, en la que resalta su condición de criolla, y la biografía de la monja Sor Inés, quien fuera su maestra en el convento de Santa Clara, en La Habana.

De Mercedes Santa Cruz y Montalvo, Condesa de Merlin, es interesante el relato de la vida de su amiga, la cantante española María García Malibrán.