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La Habana, Cuba. – Velar porque se mantenga la guardia frente al mosquito Aedes aegypti es tarea, como se ha dicho, de todos, incluidos los centros laborales, sean estatales o de cuentapropistas.

Hoy este espacio lo dedicamos a la sensibilidad que debe primar entre todos los trabajadores, pues allí donde cumplan sus funciones, también está al asecho el vector de la fiebre amarilla y el dengue.

Se trata de enfermedades muy peligrosas, que pueden hasta ser mortales para el hombre, cuando no se adoptan las medidas que dejen sin guarida al peligroso insecto.

Lideradas por la Central de Trabajadores de Cuba, se han de llevar a cabo todas las acciones para la eliminación del Aedes aegypti en los centros laborales, donde los trabajadores permanecen la mayor parte del día, que es el horario de elección de este enemigo para picar.

Por espacios saludables

En los centros laborales el Aedes aegypti mantiene iguales comportamientos que en las casa, en cuanto a su hábitat y reproducción.

Por tanto, en ellos el vector vive también a la sombra y en lugares donde se acumule agua limpia, condiciones propicias para que el insecto deposite sus huevos, nazca, se desarrolle y multiplique.

De ahí la necesidad de que todo trabajador estatal y cuentapropista emprenda prácticas y comportamientos que garanticen que los espacios donde desarrollan sus funciones sean saludables.

Las administraciones, de conjunto con las secciones sindicales, han de crear brigadas  autofocales y evaluar su funcionamiento. Estas se encargarán de la revisión minuciosa de todas las áreas de trabajo, al menos tres veces a la semana y diariamente en aquellas de alto riesgo como talleres, almacenaje de chatarras a la intemperie, refugios, donde se labore con agua y otros.

Medidas imprescindibles

El combate contra el Aedes aegypti en centros laborales implica medidas muy similares a las que se desarrollan en casas y comunidades.

Los trabajadores velarán por mantener tapados los depósitos de agua, revisarán las áreas exteriores y destruirán todo foco potencial del vector como latas, cáscaras de huevos, pomos y vasos plásticos. Sus acciones incluyen además, el sellado de los tubos de las cercas perimetrales, la eliminación de salideros de agua potable y aguas albañales, y la revisión de las áreas exteriores para evitar crecimiento de hierba.

En los centros laborales también apoyarán las inspecciones de los operarios de control de vectores, así como la fumigación de los locales.

En caso de que un trabajador presente fiebre, dolores de cabeza, en los ojos, músculos y articulaciones, y erupción en la piel se reportará de inmediato y la persona acudirá al médico.