La Habana, Cuba. – El campesino Lázaro Rafael Fundora se considera un atrevido, pero asegura que su principal característica personal es la voluntad, sobre todo para ir detrás de sus sueños.

Esa constancia es la que le permitió convertirse por estos días en el primer productor privado cubano que en los últimos 60 años exporta sus cosechas a Europa, luego de que en agosto el gobierno aprobara una ley que permite esas ventas a través de entidades estatales.

Desde su finca La Esperanza, en las cercanías del poblado de Madruga, en la provincia de Mayabeque, salieron 1,8 toneladas de limón persa hacia España y 1,5 de aguacates hacia Italia. 

Desde hace dos años estaba buscando la forma de exportar mis producciones, algo que finalmente logré con la aparición de la nueva ley, dice Fundora mientras se seca el sudor de la frente.

Exportar más

Frutas Selectas ha sido un buen aliado en esta travesía, asevera el campesino mayabequense Lázaro Rafael Fundora al referirse a la exportación de sus productos hacia Europa.

Y como la experiencia resultó satisfactoria y le permite adquirir insumos para crecer en la producción, ahora negocia la venta a Italia de otras dos toneladas de aguacate, un producto cuyo anterior envío se agotó rápido tras ofertarse en varias regiones del país transalpino.

Pero el campesino sigue soñando en grande y planifica también futuras exportaciones de mangos y chirimoyas,  dos frutas de indiscutible buen sabor. 

Hay que exportar todo lo que se pueda. Lo necesitan los campesinos y lo necesita el país, afirma Fundora con rotundidad y en esa aseveración va toda la carga semántica de su perseverancia para alcanzar incluso mercados lejanos como el europeo.