Daniel Lázaro García dejó su trabajo como programador, para ser voluntario en el centro de aislamiento instalado en la UCI

Daniel Lázaro García dejó su trabajo como programador, para ser voluntario en el centro de aislamiento instalado en la UCI

La Habana, Cuba. – Cuando le avisaron, Daniel Lázaro García no dudó en aceptar: tenía que reincorporarse a la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), pero no en su habitual puesto como programador.

Ahora, sería voluntario en la atención a unas 600 personas que por estos días viven en el centro de aislamiento instalado en la UCI.

Es mejor estar ayudando a otras personas que estar en casa, dice García con una madurez que sorprende a sus 24 años.

Vestido con un traje médico verde, con gorro, botas, guantes y mascarilla, dejó a un lado las computadoras para repartir la alimentación, limpiar y ayudar a los médicos que atienden a los ingresados por ser contactos de personas infectadas.

Sudoroso, conversa casi a gritos, desde una acera a otra, porque está en una zona de apartamentos que antes usaban los estudiantes y ahora aísla a posibles enfermos.

Ayudar a los demás

Trabajadores de la UCI laboran como voluntarios en el centro de aislamiento instalado en esa universidad.

Trabajadores de la UCI laboran como voluntarios en el centro de aislamiento instalado en esa universidad.

En la UCI, el área destinada al aislamiento incluye varias manzanas de edificios con capacidad para unas 2.000 personas, pues la Universidad acoge a unos 3.000 estudiantes, la mayoría en régimen interno, pero que al detectarse la enfermedad en el país fueron enviados a sus casas.

Otro voluntario es Vladimir Campos, un mulato fornido que en tiempos normales trabaja como profesor, pero que temporalmente dejó las aulas para sumarse al grupo de auxiliares.

Nosotros somos el segundo grupo que pasa por aquí durante 14 días, explica también a gritos con la voz distorsionada por la mascarilla.

Campos dice que lo que hacen es ayudar a los demás en un momento difícil para todos, y mientras habla no deja de voltear la cabeza hacia los apartamentos donde están los enfermos para controlar que todo esté bien.

Listos a volver

Un grupo de trabajadores de la UCI que se desempeñaron como voluntarios, cumple los 14 días de cuarentena.

Un grupo de trabajadores de la UCI que se desempeñaron como voluntarios, cumple los 14 días de cuarentena.

En el edificio de la UCI que hasta hace unos días funcionó como Hotel Universitario, y que se utiliza para los estudiantes de post-grado, el primer grupo de nueve voluntarios mantiene sus 14 días de cuarentena luego de abandonar el centro de aislamiento.

La experiencia ha sido muy enriquecedora, porque la gente agradece con muchas muestras de cariño la atención que se le ha dado, asegura Silvano Mercé, un moreno canoso y hablador que es metodólogo del rectorado.

Reconoce que han sido jornadas de trabajo intenso, que además impactaron sobre la tranquilidad de las familias, pero dice estar dispuesto a reincorporarse si fuera necesario.

Lo cierto es que en la actualidad en la UCI hay otros 64 voluntarios, dispuestos a dar su aporte cuando haga falta para seguir luchando por la vida.