La Habana, Cuba.- Combatiente de primera línea en cada gesta que vivió el país en el último medio siglo, Fidel vivió rodeado de la mística de los seres que nunca pierden.

Siempre, cuando parecía que la noche era más negra, fue capaz de convertir los reveses en victoria para seguir adelante.

Cualquier otro hubiera abandonado la lucha tras los sucesos del Moncada, o al ser arrestado en México, o luego del desastre de Alegría de Pío, o después de la masacre de Pino Tres, pero nada torció el rumbo del líder.

Con inteligencia se empinó sobre todos los obstáculos que impedían el paso de una Revolución que supo era más grande que nosotros mismos. Contra la mayor fuerza que se puede enfrentar, ganó la gran batalla de la Historia para demostrar que los grandes como Fidel…se van invencibles.