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Brasilia, Brasil.- La injustamente apartada presidenta Dilma Rousseff, afirmó que mientras no haya un gobierno legítimo, el mundo tendrá mucha cautela con Brasil, así funcionan las cosas, aseveró.

Rousseff, separada temporalmente de su cargo para enfrentar un juicio político, aseguró que con Brasil ocurrirá lo mismo que con Paraguay, después que un golpe parlamentario depusiera al mandatario de ese país Fernando Lugo, la relación será fría y distante.

El día en que sea hecha una elección nacional en Brasil las cosas cambiarán, dijo y esclareció que no se refiere a un presidente electo por impeachment, o por elección indirecta, sino por el pueblo.

Dilma enfatizó en que la solución democrática para el país pasa por su regreso al cargo del cual fue separada; pero en un segundo momento, habrá que discutir la ruptura del pacto político que sustentó a Brasil desde la Constitución de 1988.