La voluntad independentista de Cataluña, en España, y el atípico proceso electoral francés, son temas que han desatado polémica en Europa desde el pasado año. Los catalanes, ante la necesidad de alcanzar su máxima plenitud cultural, social y económica, realizaron elecciones regionales y luego declararon su independencia a la corona española.

El Gobierno de Mariano Rajoy respondió a esas acciones cesando al parlamento regional y convocando a elecciones autonómicas para el 21 de diciembre. En Francia se produjo un proceso electoral marcado por rasgos inéditos, donde las formaciones políticas tradicionales quedaron fuera de la pugna presidencial.

Así, asumió el mando el candidato de la nueva fuerza política En Marcha, Emmanuel Macron, quien, en la actualidad, no cuenta con el apoyo mayoritario de los ciudadanos por causa de descontentos con políticas implementadas por su  gobierno.

Adiós a Londres

En junio de 2016 se realizó un referendo consultivo sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea, en el que el Brexit, como se le conoce a ese proceso, obtuvo un 52 por ciento de los votos a favor.

Esa independencia del bloque regional afectó a la economía británica con una caída histórica de su moneda ante el dólar, pero, políticos a favor del cambio, declararon que esa situación beneficiará las exportaciones del país.

Sin embargo, expertos declaran que eso no es tan claramente predecible, pues las consecuencias reales tomarán años en verse. Ante la repercusión tanto nacional como internacional del Brexit, en la actualidad, la primera ministra, Theresa May, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, debaten sobre temas como las condiciones de la separación y los derechos de los ciudadanos europeos y británicos.