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Washington, EE.UU. – Continuando en su estrategia de presionar a los actores económicos mediante aranceles e impuestos excesivos, el presidente de Estados Unidos Donald Trump decidió aplicar un arancel de un 25 por ciento a todos los vehículos no fabricados por la industria estadounidense.

Lo que vamos a hacer es aplicar un arancel del 25 por ciento a todos los coches que no se fabriquen en Estados Unidos. Si se fabrican en Estados Unidos, no hay ningún arancel. Empezamos con una base del 2,5 por ciento, que es en lo que estábamos. Y pasamos al 25  por ciento, esclareció el mandatario al anunciar la medida.

La nueva embestida comercial de Trump apunta contra México, Japón, Corea del Sur, Canadá y Alemania, mayores suministradores de vehículos al mercado estadounidense, donde los precios por unidades se van a incrementar para los consumidores al interrumpir las cadenas productivas de los fabricantes de Estados Unidos, hoy muy dependientes de partes y agregados que se fabrican en otros países.

De manera falsa, Trump asegura que los fabricantes de vehículos que tienen sus plantas en el exterior están regresando a Estados Unidos, cuando la realidad es que ese supuesto retorno no ocurre.