Llenas de energía y con una voluntad de acero, esas guerreras dejaron eventualmente sus funciones de dirección en la Enseñanza Técnica y Profesional para sumarse a la conducción de un colectivo que salva vidas con esmero.

«No tenemos horas, ni días de descanso en la difícil tarea encomendada por Educación» refieren esas Marianas desde la zona roja, donde ganan el respeto y la admiración de los compañeros por su responsabilidad y consagración al trabajo.

Junto a las avileñas Odalys Trujillo y Norka Inés González hay otro grupo de héroes de la Educación avileña que han convertido sus centros en hospitales y otros que han apoyado la asistencia médica desde diferentes frentes.