Nacía así el mito Monroe, que a la belleza de Marilyn sumaba sus excelentes dotes de comediante.

Marilyn Monroe, una de las más famosas actrices de todos los tiempos, murió el cinco de agosto de 1962 en California, en circunstancias todavía no esclarecidas.

El mito Monroe, como es considerada la blonda actriz, había tenido una desafortunada niñez y adolescencia, caracterizada por las penurias económicas y la falta de afectos.

Inscrita al nacer como Norma Jean Baker, la artista era hija de una mujer con trastornos mentales, a quien el padre de la niña había abandonado.

La intérprete de cintas como Algunos prefieren quemarse y La adorable pecadora, al escribir sus memorias, donde contó su triste vida, escribió premonitoriamente: “Yo era el tipo de chica a la que encuentran muerta en su dormitorio con un frasco de somníferos en la mano”. Por entonces, con apenas 28 años de edad, era la reina indiscutible de Hollywood.

Una vida atormentada

A 55 años de la desaparición física de Marilyn Monroe, sus admiradores la recuerdan joven y con la esplendorosa belleza que la caracterizó desde su debut en el séptimo arte.

Subastas de sus objetos personales, libros, exposiciones y artículos sobre la genial comediante constituyen algo permanente, y que en ocasiones revelan detalles inéditos de Marilyn.

En el libro Mi historia, ella cuenta cómo al año de encontrar, siendo una niña, una foto del padre, empezó a hacer un álbum de recortes con figuras de hombres que se le parecían al progenitor, entre estos el actor Clark Gable.

Dos días antes de morir, Marilyn confió un texto a la revista Life, en que contaba anécdotas. Allí opinó que cuanto más importante es la gente, o cuanto más sencilla, menos se deja impresionar por la fama, pero, la actriz advertía, que la fama arrastra detrás de sí la envidia.

El mito Monroe

El escritor Lisandro Otero, en un artículo publicado poco después de la muerte de Marilyn Monroe, comentó que Hollywood prepara sueños enlatados para el hombre común que vive enajenado.

Marilyn Monroe ha sido una reina indiscutible de esa confusa jungla durante diez años, aseguró el intelectual, quien, sobre la actriz consideraba que su infancia y juventud, objetivamente contadas, parecían la letra de un tango cursi.

La niña, carente de afecto, con no pocos obstáculos devino Marilyn Monroe, una vampiresa que movía exageradamente sus labios húmedos y caminaba con grotescas contorsiones.

Nacía así el mito Monroe, que a la belleza de Marilyn sumaba sus excelentes dotes de comediante. Poco antes de morir la actriz dijo: “Adiós fama, yo te tuve y siempre supe que no valías gran cosa. Para mi tú habrás sido una experiencia. Pero no eres mi vida”.

Fue un trabajo de Teresita Jorge