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Por: Carlos del Porto Blanco

La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu. Miguel de Cervantes.

El 9 de junio de 2024 la Orquesta Sinfónica Nacional realizó su concierto de domingo en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba. Esta vez tuvo como director invitado al pianista, percusionista e investigador mexicano Guillermo Villareal Rodríguez. Este músico ha dirigido más de sesenta 60 agrupaciones profesionales de México, Costa Rica, Estados Unidos y Cuba. Guillermo es doctor en música con especialidad en musicología, graduado en la Universidad de las Artes de Cuba, ISA. Es profesor a tiempo completo en la facultad de Música de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

El programa estuvo conformado por la Chacona en Mi menor, de Dietrich Buxtehude, un compositor y organista germano-danés de música académica europea del barroco, que nació en 1637-Lübeck y muere murió el 9 de mayo de 1707) fue un compositor y organista germano-danés de música académica europea del barroco. Sus obras para órgano forman parte del repertorio habitual para este instrumento y frecuentemente se interpretan en recitales y misas. Fue uno de los organistas ejecutantes de ese instrumento de viento más célebres de la escuela alemana de órgano barroco, el que interpretó durante la mayor parte de su vida ejecutó ese instrumento en la iglesia de Santa María (Marienkirche) de Lübeck. Como compositor produjo una amplia variedad de piezas vocales e instrumentales, y su estilo influyó enormemente a muchos compositores, incluido Johann Sebastian Bach. Hoy en día es considerado el más destacado compositor germano de su tiempo, entre Heinrich Schütz y Bach.

La segunda pieza que se interpretó fue la sinfonía número 5 en Si bemol mayor, del compositor austriaco Franz Peter Schubert, quien nació en Viena, actual Austria, el 31 de enero de 1797 y muere murió en la misma ciudad, el 19 de noviembre de 1828. Es considerado el introductor del romanticismo musical y la forma breve característica, pero, a la vez, también continuador de la sonata clásica, siguiendo el modelo de Ludwig van Beethoven. Fue un gran compositor autor de lieder (breves composiciones para voz y piano, antecesor de la canción moderna), así como de música para piano, de cámara y orquestal.

Schubert inicia inició la Sinfonía 5 en septiembre de 1816 y la concluyó el 3 de octubre del mismo año. La obra no utiliza trompetas, ni clarinetes ni percusión y tuvo su premier en una velada en casa del violinista Otto Hatwig, interpretada por una pequeña orquesta de cámara formada por familiares y amigos del compositor. Esta pieza permaneció inédita por largo tiempo y no tuvo fue pública hasta el 2 de febrero de 1873, cuando se interpretó en el Crystal Palace de Londres. El espíritu de Haydn se aprecia en el tema del primer movimiento (allegro). Se señala que el tercer movimiento recuerda a Mozart y a los ländler austriacos que Schubert hiciera suyos. De la misma forma, el allegro vivace del finale sugiere un típico rondó de Haydn, aunque la semejanza es solo superficial.

Para el cierre se escogió una obra monumental, la Sinfonía número 9, Sinfonía Desde el Nuevo Mundo, del compositor checo Antonín Leopold Dvo?ák, que nació en Nelahozeves, Bohemia, el 8 de septiembre de 1841 y muere falleció en Praga, capital de la República Checa, en aquella época parte del Imperio austríaco, el 1 de mayo de 1904. Fue un músico posromántico, considerado el principal representante del nacionalismo checo en la música. Se le considera uno de los grandes compositores de la segunda mitad del siglo XIX. Sin perder una amplia proyección internacional, supo extraer las esencias de la música de su tierra natal.

Esta sinfonía fue compuesta en territorio estadounidense entre diciembre de 1892 y marzo de 1893. Según el autor “… todos los temas de la obra son originales y los he desarrollado utilizando los recursos del ritmo, la armonía, el contrapunto y el color orquestal modernos”. Asimismo, reconoció haberse inspirado en La Canción de Hiawatha, un poema de Henry Wadsworth Longfellow basado en las leyendas de los pieles rojas, como programa del segundo y tercer movimientos de la sinfonía. La obra se estrenó el 16 de diciembre de 1893 en el teatro Carnegie Hall, interpretada por la orquesta filarmónica de new York, bajo la conducción de Anton Seidi. En Cuba se escuchó por primera vez el 9 de noviembre de 1924, en el Teatro Nacional (hoy Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”) bajo la conducción de Pedro Sanjuán.

Fue un lindo concierto premiado por los aplausos del público. Mención especial hizo el director a la flautista titular Zorimè Caturla y a la sección de viento de la Orquesta. La invitación está hecha para el domingo 16 de junio para y el concierto México Sinfónico.

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