Tokio, Japón. – Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se han ido calentado no solo por la creciente rivalidad deportiva entre naciones, sino por la crudeza del verano japonés, con temperaturas que superan los 30 grados Celsio y una elevada humedad relativa.

Esas condiciones climatológicas han pasado factura a algunos deportistas, como la arquera rusa Svetlana Gomboeva, quien se desmayó durante una ronda de eliminatoria cuando comprobaba sus puntos.

También la tenista española Paula Badosa tuvo que abandonar la cancha en silla de ruedas, tras ser víctima de un golpe de calor que le hizo perder el control de las piernas y le provocó una sensación de ahogo.

Varios tenistas, entre ellos el afamado campeón serbio Novak Yokovich, pidieron a los organizadores de la Olimpiada trasladar los partidos a la noche para huir de los horarios de mayor calor en Tokio, pero la petición no prosperó.

Efectos del cambio climático

Para los meteorólogos no han sido una sorpresa las elevadas temperaturas que vive Tokio este verano en coincidencia con los Juegos Olímpicos de 2020, en los que muchos atletas han sido golpeados por el calor, sobre todo en deportes que se practican al aire libre.

Expertos japoneses y extranjeros afirman que Tokio siempre ha tenido temperaturas cálidas y húmedas, pero se han vuelto más peligrosas después de varias décadas de calentamiento global, aumento de la frecuencia de las olas de calor y una extensa urbanización.

De acuerdo con los especialistas, el clima subtropical húmedo de la capital nipona hace inevitables los veranos calurosos como el actual, por lo que vaticinan que estas olimpiadas pudieran ser las más calientes de la historia.

Pero otras dos ciudades finalistas en la puja olímpica del 2020, Madrid y Estambul, también se derriten esta semana por las altas temperaturas.

Quemante calor

Los encargados de los partidos de voleibol de playa de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han tenido que regar la arena con agua, luego de que algunos deportistas de voleibol de playa, que se juega con los pies descalzos, se quejaran de que estaba demasiado caliente.

Precisamente por las altas temperaturas en la capital nipona, la prueba de maratón tuvo que transferirse hacia la vecina ciudad de Sapporo, donde hace un poco menos de calor y de humedad.

Para tratar de aliviar el calor, los organizadores han colocado al aire libre sistemas portátiles de aire acondicionado en lugares muy concurridos, como la entrada al Centro Internacional de Transmisiones, donde además radica la gigantesca Sala de Prensa de esta Olimpiada.

Incluso para quienes vienen a competir desde países más cálidos, como es el caso de los cubanos, las altas temperaturas tokiotas también son una molestia.