Santiago de Cuba. – Cuando uno piensa -si hablamos de un día de visita gubernamental a provincia- que la nota más alta en la agenda del Presidente Díaz-Canel pasó, los acontecimientos pueden sorprender.

La tarde de este jueves avanzó de manera interesante y fructífera, marcada por el recorrido del Jefe de Estado por los espacios del Hotel Deportivo en la Ciudad de Santiago de Cuba. Allí todo está regido por la limpieza, el orden y el buen gusto.

Mientras esta reportera iba acompañando ese momento, no podía dejar de pensar en los santiagueros, quienes más allá de toda palabra o juicio posible, han demostrado con hechos dignos de admiración que saben vencer incluso al enemigo más duro: ya son más de 160 días en la provincia sin un solo caso de Covid-19.

¿Cómo lo han hecho? La pregunta me gusta; pero la realidad emociona: sencilla y heroicamente han vencido otra meta. Y tal vez solo quede repetir con orgullo y esperanza lo que me dijo una mujer santiaguera, sin darle muchas vueltas al asunto: “Santiago es Santiago…”; y para qué asombrarse…

Tal reflexión alcanzó su mejor confirmación cuando, luego de su visita al Hotel Deportivo, el Presidente cubano hizo una parada en el Coppelia “La Arboleda”, que estaba muy concurrido, sobre todo por jóvenes.

Cuando Díaz-Canel comenzó a avanzar por entre la gente comenzó a sentirse, cada vez con mayor fuerza, la acogida de los presentes. En algún momento una mujer le dijo: “Presidente, la bendición para usted”. Y otra gritó: Lo queremos…

Entonces, al detenerse en un punto donde muchos pudieran escucharle, el mandatario expresó en medio de las ovaciones y de un cantar incesante de aves: “Como ya estábamos entrando en la normalidad decidimos restablecer el sistema de trabajo de Gobierno y venir a las provincias, y a la primera que había que venir… (algarabía) era a Santiago”.

“Queremos reconocer el trabajo de Santiago en el enfrentamiento a la pandemia; ustedes vencieron rápido a la pandemia y llevan muchos días ya, meses sin casos, pero no puede haber confianza, hay que ponerse el nasobuco, hay que mantener separación física, hay que ser responsables y consecuentes para evitar que haya rebrotes. ¿De acuerdo? Y ya incorporarnos todos al trabajo, a la actividad productiva para también levantar el país”.

“Felicidades, Santiago; y nuestro reconocimiento”, dijo el Presidente antes de despedirse de las personas que allí estaban y que son, sin dudas, descendientes de una tremenda estirpe: la de quienes saber vencer.

Tomado del sitio Presidencia de la República

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