La Habana, Cuba.-  Ya la OEA no respeta ni sus propias reglas. Ahora, en violación de sus normas, la Organización de Estados Americanos acaba de aprobar una resolución que sin tapujos mete las manos en los asuntos internos de Venezuela.

El texto, que parece una vieja película que los cubanos ya vimos, se adoptó en una sesión convocada sin consultar a la presidencia pro témpore, ejercida por Bolivia, en franca violación de las normativas de ese organismo.

Pero no hubo sonrojos a la hora de condenar a la Revolución Bolivariana y hasta el inefable secretario general, Luis Almagro, lanzó las campanas al viento.

Diecisiete países aprobaron una resolución que además amenaza con la convocatoria a una reunión ministerial, un paso requerido para una posible suspensión de un Estado miembro.

No comprendieron que, como dice la sabiduría popular, compraron soga, p’a su pescuezo.

¿Y mañana contra quién?

La usurpación de las funciones en el Consejo Permanente de la OEA permitió una resolución espuria contra Venezuela, sin ni siquiera tener el consentimiento de ese país para discutir sus asuntos internos.

No se veía tanta desvergüenza desde que se expulsó a Cuba hace 55 años, pero lo ocurrido también sirve para que se comprenda la negativa e la isla a regresar a una entidad que siempre juega a favor de los cowboys.

Ojalá el resto de los países latinoamericanos que están en ese organismo comprendan que lo que le hicieron hoy a Venezuela, mañana se lo harán a otro que ponga en peligro los intereses imperiales.

Por eso, que nadie se sorprenda si un día la OEA se queda vacía o desaparece, porque en su involución ha pasado de Ministerio yanqui de Colonias a Tribunal Inquisitorial contra la Revolución Bolivariana.

 

Etiquetas: -