La Habana, Cuba. – Algunos países europeos toman recaudos luego del terrible atentado terrorista del viernes en un teatro de Moscú, que ha dejado hasta ahora 137 muertos y 180 heridos, aunque se siguen identificando cadáveres.

España ha prohibido el uso de la red social Telegram, por donde dos de los atacantes dijeron haber sido contratados para matar a cambio de miles de rublos, y Francia elevó al máximo nivel su alerta contra atentados.

Es lógico que el temor invada. Hasta ahora no se han divulgado pruebas que digan quiénes fueron los autores intelectuales.

Los cuatro ejecutores de los asesinatos a mansalva contra ciudadanos sorprendidos mientras aguardaban el inicio de un concierto, fueron rápidamente apresados, y ya este domingo se les presentó ante los tribunales, que dictaminaron su arresto como medida preventiva, en tanto prosigue la investigación a puertas cerradas.

Algunas incógnitas

En un mensaje también publicado en Telegram, el grupo terrorista Estado Islámico se atribuyó el hecho; pero muchos dudan que el comunicado sea real.

Cualquier conjetura acerca de quiénes planificaron el crimen es, por ahora, especulación. Kiev, Washington y la Unión Europea, entre otros muchos, lo han condenado. Pero algunos elementos llaman la atención: Los ejecutores, todos extranjeros, huían hacia la frontera con Ucrania al ser arrestados.

Tampoco debe soslayarse que el atentado ocurre cuando Rusia acaba de celebrar con éxito elecciones que ratificaron a Putin en la presidencia, y ese país se mantiene firme pese al involucramiento de Estados Unidos y de la OTAN en el conflicto, junto a Kiev.

No falta quien piense que se quiere arrastrar a Moscú a otra guerra. Una sola cosa está, por el momento, clara: cada vez parece más lejana la paz en el planeta.