La Revolución de Octubre abrió nuevos caminos en la historia

La Habana, Cuba. – Las salvas del Crucero Aurora aquel 7 de noviembre de 1917, veinticinco de octubre en el calendario juliano, partieron en dos no solo a la historia de Rusia, sino al devenir de la Humanidad.

La toma del Palacio de Invierno y la realización del Segundo Congreso de los Soviets en San Petersburgo, la antigua Petrogrado, abrieron la puerta a un orden nuevo con la llegada al poder de los bolcheviques.

La Revolución de Octubre cambió el rumbo geopolítico del Siglo XX para demostrar que el capitalismo no es el camino y es posible construir una sociedad diferente y más equitativa.

Aún hoy, en medio de la ola neoliberal que salpica a buena parte del planeta, el esfuerzo de los bolcheviques encabezados por Lenin es un referente para las fuerzas que no se resignan a la injusticia y la desigualdad.

Un ejemplo trascendental

El triunfo bolchevique hace un siglo tuvo rebote en América Latina, donde florecieron con fuerza las ideas marxistas e incluso nacieron algunos Partidos Comunistas.

Muy atractivos resultaron los éxitos de todo tipo alcanzados por el poder soviético, a pesar de que el joven estado tuvo que enfrentar escollos colosales, como la cruenta Segunda Guerra Mundial.

En Cuba, desde Baliño y Mella hasta la Generación del Centenario, la praxis revolucionaria tuvo más o menos influencia de la prédica leninista. Por eso, en los primeros años del triunfo rebelde, Fidel proclamaría el carácter socialista de una Revolución, que a miles de kilómetros de distancia y separada por más de cuatro décadas, escuchó los ecos de aquellas históricas salvas lanzadas hace cien años por el Crucero Aurora.