Mientras Israel decide cómo reaccionará al ataque de advertencia con que Irán respondió al bombardeo de su embajada en Siria, y la Corte Penal de La Haya dilucida si Ecuador será sancionado por su asalto a la sede diplomática de México, un mensaje queda claro: la estabilidad del planeta estará en peligro mientras se sigan desconociendo las leyes.
Son las normas las que rigen la vida entre las naciones; pero la impunidad de quienes las irrespetan hace cada vez más endeble la posibilidad de la convivencia.
Buena parte de los males pasan por el Consejo de Seguridad de la ONU y el poder del veto, lo que posibilita que apenas un país entre cinco miembros permanentes tenga la posibilidad de impedir, con su voto en contra, que se apruebe una decisión respaldada por la Asamblea General, integrada por una inmensa mayoría de 193 naciones.
Fundamental, el Derecho
Gracias a la no escuchada necesidad de reformar Naciones Unidas, proliferan las arbitrariedades que amenazan la estabilidad mundial. Las manos libres con que Israel sigue masacrando Gaza y despojando al pueblo palestino es la chispa que incendia el Medio Oriente, así como en América Latina, el diferendo creado por la violación del Derecho Internacional por parte del gobierno de Ecuador, ha hollado la soberanía de México.
Ello no solo amenaza los ya rotos nexos entre ambos. Un conflicto bilateral entre nuestras naciones constituye también una fisura en la unidad, y un daño a la integración regional.
La alerta fue formulada por el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante la reciente cumbre de la CELAC que analizó el diferendo. Y debe ser tomada en cuenta. No hacerlo solo beneficiará a quienes quieren mantener fragmentada a Latinoamérica.