La Habana, Cuba. – Que el candidato progresista Andrés Arauz resultara el más votado en las elecciones generales realizadas días atrás en Ecuador es un indicativo de las preferencias de la mayoría de los ecuatorianos.

Con más de 32 por ciento de las boletas a su favor, Arauz, ligado al ex mandatario Rafael Correa, a su vez demonizado y hostilizado por la derecha, se enfrentará ahora en segunda vuelta al representante indígena Yaku Pérez, quien hasta que se escriben estas líneas logró un segundo puesto con 20 por ciento de los sufragios.

Así, los grandes perdedores de esta primera vuelta serían la oligarquía local y sus apoyos internacionales, responsables de la grave situación que ha vivido el país en materia económica, social e higiénica, bajo la entreguista administración de Lenin Moreno.

De lo que puede venir

Todo indica que a menos que se recurra a ardides y trampas sin un rechazo paralizante de la sociedad ecuatoriana, la derecha local y sus socios foráneos pasarán al ostracismo político por un buen tiempo.

El daño ocasionado por sus representantes durante el gobierno de Lenin Moreno removió la experiencia nacional y mostró que, como se ha dicho más de una vez, el neoliberalismo nada bueno tiene que ofrecer a nuestros pueblos.

La segunda vuelta anuncia entonces una disputa entre Andrés Arauz y Yaku Pérez, y por tanto, tendrá mayor influencia e incidencia entre los sectores populares, los más identificados con los programas de ambos aspirantes.

Es de esperar entonces que, según indican analistas, ocurra un posible corrimiento e ir y venir de sufragios entre los dos candidatos.