La Habana, Cuba. – Consciente de que deberá abandonar su cargo en enero próximo, el secretario norteamericano de estado, Máik Pompeo, en cumplimiento de los planes de Donald Trump, pretende dejar el terreno global lo más complicado posible al presidente entrante Joe Biden.

De ahí que en días pasados se pusiese en contacto con el dócil mandatario colombiano, Iván Duque, para amarrar nuevos planes agresivos contra Venezuela.

El asunto estriba en que quede instaurada toda una fuerte maquinaria agresiva contra Caracas que sea difícil de controlar o reformar por la  nueva administración norteamericana si así lo estimase conveniente.

En consecuencia, con Biden en la Oficina Oval, el nefasto legado agresivo de Trump seguiría en marcha en busca de un pretendido “cambio democrático” en Venezuela y el fin de la Revolución chavista.

Entramado en marcha

Vale destacar que el  citado contacto con Iván Duque fue calificado de muy bueno por el jefe de la diplomacia gringa, toda vez que el mandatario colombiano no cesó de mostrarse como un fiel soldado de filas de Washington en América Latina y el Caribe.

A seguidas, dijeron medios de prensa, se realizó una cordialísima entrevista personal entre el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, el general Luis Fernando Navarro, y el jefe del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el almirante Cráig Fáiler, y la visita de ambos, en perfecto maridaje, a la denominada Fuerza Naval del Caribe, con base en la ciudad de Cartagena.

Todo un rosario de acciones que indican que aún a días de salir de su puesto, Trump no cesa su agresión y su hostilidad contra el pueblo venezolano.