La Habana, Cuba. – La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP 28, está en su último tercio y aún no se vislumbra un resultado claro.

Hay que reconocer que la reunión sorprendió por el anuncio del establecimiento de un Fondo de Pérdidas y Daños, un mecanismo necesario para que los países vulnerables adquieran los recursos indispensables para enfrentar los embates del cambio climático.

Como siempre que se debate sobre quién paga, cuánto aporta y quién recibe, la constitución de ese Fondo había sido discutida por décadas sin que hubiera consenso sobre su funcionamiento.

Según un borrador de acuerdo final, esos recursos, obtenidos de forma voluntaria, serían administrados por el Banco Mundial durante los próximos cuatro años. Sin embargo, aún no hay metas claras, ni se conoce qué a qué países se financiará.

Poco tiempo

Las delegaciones de los 190 países presentes en la COP 28 solo tienen hasta el próximo martes para alcanzar un resultado concreto que establezca la reducción del uso de los combustibles fósiles.

Hasta el momento las posiciones siguen muy divididas entre los que desean una disminución gradual y los que se oponen.

Lo cierto es que la ciencia ha sido clara en que para mantener un clima soportable para nuestra especie se debe reducir cuanto antes la producción de carbón, petróleo y gas, y triplicar la generación de energía renovable para el año 2030.

Limitar el aumento de la temperatura global a un grado y medio por encima de los niveles preindustriales, es una meta cada vez más difícil de cumplir. Por eso la COP 28 tiene que apurarse, porque nos jugamos la supervivencia y el planeta no espera.