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La Habana, Cuba. – En su condición de presidente del Grupo de los 77 y China, Cuba asistirá desde este jueves en Abu Dhabi, a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP 28.

La reunión es considerada por Naciones Unidas como una oportunidad crucial para acelerar la toma de decisiones ante la actual crisis climática, cuyo daño global es enorme.

Resulta entonces un imperativo reducir de inmediato y a gran escala las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global a un grado y medio por encima de los niveles preindustriales.

Cada día es más cierta la amenaza a una especie lanzada al suicidio por un capitalismo neoliberal que apenas se detiene a pensar en el futuro y antepone las ganancias a la supervivencia humana.

Cuba hablará por todos

Nuestro país impulsa desde hace unos años la llamada Tarea Vida, un programa de mitigación y adaptación nacional al impacto del Cambio Climático.

Por eso, por el prestigio que otorga una actuación responsable, Cuba ratificará en la COP 28 la necesidad de acelerar el cumplimiento del Acuerdo de París, que estableció las metas para enfrentar la actual crisis climática.

Y la voz de nuestro país será ahora portadora del reclamo de un gran conglomerado de naciones, la mayoría del Tercer Mundo, que son las más vulnerables ante la amenaza medioambiental contemporánea.

Quizás lo más difícil sea la aceptación de lo que han llamado una Nueva Economía Climática, un proyecto que demanda un cambio en la matriz productiva global y deja a un lado a los combustibles fósiles. Complicado, pero necesario para la supervivencia de la especie humana.