La Habana, Cuba. – Ni siquiera la dura situación sanitaria que vive el mundo, Cuba incluida, han hecho que Estados Unidos afloje aunque sea un poquito el apretado lazo que nos rodea.

Y el que tenga dudas solo recuerde que hace unos días la Administración Trump renovó por un año más el uso de la llamada Ley de Comercio con el Enemigo, una legislación centenaria que es el cimiento del bloqueo.

Y fíjese si ese mamotreto legal es viejo que se remonta a 1917 y fue utilizado por la Administración Kennedy para establecer el cerco contra nuestro país hace más de medio siglo.

Con su decisión, Trump pasó a ser el onceno presidente de Estados Unidos que trata infructuosamente de subvertir el orden interno en Cuba. También demostró que ni siquiera la pandemia ha aflojado el duro corazón de un bloqueo que desoye un creciente clamor internacional.

Ni medicinas y alimentos para Cuba

MediCuba la empresa importadora de productos médicos, posee una larga lista de negativas de compañías extranjeras que, temerosas de los efectos extraterritoriales del bloqueo, denegaron solicitudes de compras cubanas.

Algunas veces, cuando tras muchas gestiones se logra convenir con los proveedores, entonces los problemas vienen con el flete, pues no hay quien quiera llegar hasta nuestro país.

Con los alimentos pasa algo similar, aunque el Departamento de Estado se llena la boca para decir que está autorizada la venta, pero oculta que se realiza bajo condiciones onerosas que obligan a pagar al contado y a traerlas en barcos que durante medio año no pueden volver a tocar puertos estadounidenses.

Y todo eso continúa pasando en medio de esta pandemia, una crisis sanitaria que hace que el bloqueo sea más genocida que nunca. 

Etiquetas: -