La oscura noche de la guerra puede volver

La Habana, Cuba. – La incertidumbre es hoy una amenazante sombra que ronda sobre el futuro de las negociaciones de paz de Colombia, luego del inesperado triunfo del NO en el plebiscito del domingo anterior.

El presidente Juan Manuel Santos, principal impulsor del pacto con la guerrilla, ahora hace malabares para preservar una paz incierta y al mismo tiempo contentar al sector que rechazó los compromisos.

Desde que se iniciaron las negociaciones hace cuatro años, el expresidente y ahora senador, Alvaro Uribe, se convirtió en el rostro visible de una derecha oligarca opuesta al más mínimo trato con la insurgencia.

Aunque las encuestas incluso llegaron a dar una ventaja de 30 puntos porcentuales al SI, la realidad fue totalmente diferente y se impusieron las ideas diseminadas por Uribe, cargadas del más rancio anticomunismo, al mejor estilo de los años de Guerra Fría.

Qué pasará ahora

Un alto índice de abstencionismo se unió a la campaña de la derecha, que por absurda parecía que no encontraría terreno fértil, pero floreció entre las zonas urbanas y la élite agraria de Colombia.

Así, el 60 por ciento de los colombianos no asistieron a las urnas en el plebiscito que refrendaría los acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla.

Lo cierto ahora es que Santos ha tenido que reunirse con Uribe, después de cuatro años casi sin hablarse, y los negociadores del gobierno y la guerrilla han vuelto a verse en La Habana, para evitar el reinicio de la guerra.

Nadie tiene claro qué pasará, aunque Santos dice que pondrá su empeño en eso y la guerrilla asegura que cambiará las armas por la política. Queda por ver qué ocurrirá en las siguientes semanas y cómo los colombianos arreglarán este entuerto que tiene a la paz pendiente de un fino hilo.